viernes, 27 de mayo de 2011

Curso de traducción médica en Santiago (II)

Aquí va la segunda entrada relativa al curso de traducción médica al que asisití en Santiago de Compostela a finales de abril. Tenía que haberla publicado hace un par de semanas, pero por unas cosas y otras no ha podido ser hasta ahora... 

A las 8 h del sábado sonó el despertador. Aunque me habría gustado poder dormir un poco más, salté de la cama a la ducha y a las 9 h subimos a desayunar con Fernando y otras compañeras que también se alojaban en el hotel. Entre bocado y bocado, compartimos opiniones sobre el trabajo como autónomas y Fernando nos fue desgranando algunos detalles de sus inicios en el mundo de la traducción. Así, llegó la hora de bajar a la sala del curso para comenzar la segunda jornada.

Esta vez tocaba hablar de la anglización del español en todos sus niveles, no solo en el ámbito de la medicina. Vimos ejemplos de anglicismos sintácticos, fonéticos, léxicos y gráficos. Una vez más, el tiempo pasó volando y llegó el momento de hacer un descanso. Después, comenzamos un ejercicio práctico sobre abreviaturas comunes de la jerga médica, así como de eufemismos utilizados por pacientes británicos. Casi sin darnos cuenta, llegaron las 14 h, momento en que Fernando nos agradeció la asistencia y despidió el curso, no sin antes recomendarnos algunos recursos, como el foro de traductores de biomedicina en Rediris, la revista Panacea, el blog Laboratorio del lenguaje, etc. Asimismo, nos comentó sus planes más inmediatos: terminar el Diccionario de términos médicos de la Real Academia Nacional de Medicina que, previsiblemente, estará a la venta a la vuelta del verano; y la actualización y publicación en formato electrónico de su archiconocido Diccionario crítico de dudas inglés-español de medicina, posiblemente en versión web.

Como conclusión, solo puedo decir que fue una experiencia muy positiva en todos los sentidos. Por eso, animo a todos los indecisos a asistir a cursos, siempre que el bolsillo lo permita, ya que no solo sirven para reciclarse o formarse en una nueva disciplina, sino también para conocer a otros traductores y ver otras realidades de la profesión. Así que ya sabéis, ¡haced como yo y comprad una hucha para formación!

2 comentarios:

  1. Muy interesante tu entrada, Elena, igual que la anterior :) La verdad es que tengo ganas de ir a algún seminario o conferencia de traducción médica pronto; hago muchas correcciones científicas y médicas y creo que me vendría realmente bien :) Y leyendo tu experiencia, no debería pensármelo dos veces. Un saludo

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  2. Gracias por el resumen, Elena. Coincido totalmente en que fue una experiencia maravillosa, no solo por el curso en sí, sino por la gente que llegué a conocer y las anécdotas y vivencias que compartimos en esos dos días. Espero que podamos coincidir pronto y gracias por la idea de la hucha. Me parece fantástica. Un saludo.

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